Encuentros y talleres literarios
Por Mario
Casasús/Fotogrammas*
Decidí
solicitar una cuartilla a varios asistentes de los Talleres literarios y
Encuentros de Narradores, sobre sus experiencias en Cuautla y sus anécdotas con
José Agustín. La mayoría aceptó colaborar en mi libro, ordené a los escritores
alfabéticamente para evitar cualquier reclamo. Incluí a José Agustín con el
prólogo desconocido de la plaquette: Transparencia de un insomnio (1983).
Abrí con Norma Abúndez, la poeta participó en el taller literario y en el
Encuentro de 1983. Para la letra “B”, pensé en Bertha Barreto Zamudio, pero la
repentina muerte de su padre, Carlos Barreto Mark, le impidió participar. La
letra “C” tiene dos convidados, el poeta Marco Antonio Campos, cofundador de
los Encuentros, y Ana Clavel, por partida doble: la novelista y la periodista
que entrevistó a José Agustín en 1985. Con la letra “D” me salí del perfil,
Barry Domínguez no es escritor, asistió a su primera cobertura fotográfica en
el Encuentro de 1993, actualmente es un retratista de escritores. En la “D”
también entraron el narrador David Martín del Campo, becario del INBA en 1982,
y la escritora Yolanda de la Torre, sobrina de José Agustín y vecina en
Brisas. El caso de Mónica Lavín fue especial, en Cuautla presentó su segundo
libro de cuentos: Nicolasa y los encajes.
Salté a la “P”, con mi querido amigo Pedro Ángel Palou, lo conocí en Cuautla
gracias a la polémica novela Zapata.
De los hermanos Ramírez-Bermúdez invité a Jesús, el psiquiatra y narrador. El
novelista y editor Alberto Ruy-Sánchez
aceptó hablar del borrador de Mogador
que compartió en Cuautla. La dupla final, las letras “S” y “V” están
representadas por la narradora Socorro Venegas, actual directora de
publicaciones de la UNAM, y por el binomio: Enrique Serna y Juan Villoro (los
autores preferidos de José Agustín).
“En el Encuentro de
Narradores conocí a José Agustín y Juan Villoro”
Enrique Serna
Recuerdo que todos salimos en un autobús desde
el Centro Cultural Universitario, en el Distrito Federal, la mayoría de los
escritores invitados abordamos el autobús, no todos, algunos se fueron en sus
automóviles. Al llegar a Cuautla vimos en las calles los carteles anunciando el
Encuentro de Narradores, parecía la campaña de un candidato del PRI, “el
alcalde del PRI pagó la publicidad”, dijo Hernán Lara Zavala, recuerdo que iba
delante de mí en el autobús. Las sesiones fueron en una salita junto al andén
del Ferrocarril de Cuautla, un campesino se ofendió cuando leyeron un texto con
groserías, porque el lenguaje le pareció “muy lépero”, el escritor se defendió
diciendo que en la literatura se pueden tomar esas libertades creativas. José
Agustín leyó un cuento muy divertido donde contaba un pleito -que tuvieron él y
Parménides García Saldaña- contra lo que se consideraba la mafia cultural –en
los años 60 y 70-, yo no recuerdo que leí. Luego nos fuimos a una fiesta al
propio hotel donde nos hospedaron, ahí me alcanzó mi novia, bailamos, estuvo
muy divertido. En efecto, como dices, durante el Encuentro de Narradores de
Cuautla conocí a José Agustín, Juan Villoro y Andrés Ramírez, quien más
adelante sería mi editor. Andrés había leído mi novela Uno soñaba que era rey (1989), le había gustado, hace años editó mi novela El seductor de la patria. Fue un encuentro
interesante, en esa época -1992- yo era un escritor bastante retraído, conocía
poca gente del medio literario. Participar en el Encuentro de Narradores fue
emocionante para mí, porque me permitió conocer a José Agustín, saludarlo y
platicar con él. No me enteré a tiempo de los talleres de José Agustín y Poli
Délano en Cuernavaca, llegué a Morelos en 1998, ya se había terminado el taller
de creación literaria, llegué tarde a Cuernavaca.[1]
*Fragmentos del capítulo “Encuentros y talleres literarios”, del libro José Agustín en Morelos (1975-2020).
Fotografías de Barry Domínguez.