Patricia Rosas Lopátegui:
“Es insólito que los editores ataquen a Elena Garro
utilizando una de sus obras”
Por Mario Casasús/Clarín de Chile
Ciudad de México.- En
entrevista digital desde Alburquerque, Patricia Rosas Lopátegui (1954),
denuncia el plagio intelectual y la negligencia de Jesús Garro y El Universal: “Confabulario publicó -el 11 de diciembre de 2016- dos poemas que transcribió
textualmente de mi edición que compila la obra poética de Elena Garro sin darle
el crédito correspondiente a dichos poemas publicados en Cristales de tiempo
(2016). Jesús Garro Velázquez proclama tener derecho a este material, ¿por qué
entonces no ha hecho su propio trabajo editorial de los poemas de Elena Garro y
utiliza el mío? ¿Por qué El Universal permite que sus reporteros caigan
en estas irregularidades? Porque en México priva la ley de los oportunistas y
avariciosos, de los que viven a expensas del trabajo de los demás. He mandado
una carta de desagravio a El Universal, estoy esperando que la
publiquen, y si no lo hacen, buscaré otros medios para denunciar estos abusos
de Jesús Garro Velázquez y sus espadachines. Son una nueva mafia”. No es la
primera vez que Jesús Garro está acusado de plagio, Marie José Tramini
envió una carta a la revista Proceso:
“Estoy investigando una edición pirata de un epistolario de Octavio Paz hecha
por Jesús Garro, puesta a la venta sin mi autorización… actuaré legalmente con
total firmeza. Tampoco dejaré que Jesús Garro cree una Fundación usando el
nombre de Paz” (10/01/2010).
Autora de: Yo sólo soy memoria. Biografía visual
de Elena Garro (1999), Testimonios
sobre Elena Garro. Biografía exclusiva y autorizada de Elena Garro (2002),
El asesinato de Elena Garro. Periodismo a
través de una perspectiva biográfica (2005), Yo quiero que haya mundo. Elena Garro 50 años de dramaturgia (2008),
y Cristales de tiempo. Poemas inéditos de Elena Garro (UANL, 2016), también fue editora del volumen II de las Obras Reunidas de Elena Garro (FCE,
2009).
La doctora Patricia
Rosas Lopátegui hace un balance del Centenario de Elena Garro: “Fue un buen intento por revalorar las contribuciones de Elena Garro a
la literatura. Como dramaturga, creo que hicieron falta más representaciones
teatrales, pues debido a los escasos recursos invertidos, tuvieron que
limitarse más bien a lecturas dramatizadas o radioteatros. En realidad el
esfuerzo mayor estuvo de parte de las universidades y de algunos grupos de
jóvenes entusiastas de diferentes puntos del país y del extranjero que montaron
obras como El rastro, Los perros, Los pilares de doña Blanca,
Un hogar sólido, Andarse por las ramas, sin olvidar la lectura
dramatizada de Sócrates y los gatos en el Castillo de Chapultepec, la
única obra que escribió con el tema del 68; esto fue una primicia. Pero, por ejemplo,
no se llevó a la escena una de sus obras cumbres, Felipe Ángeles. Las
editoriales Alfaguara, Cal y Arena y el Fondo de Cultura Económica reeditaron casi todas sus novelas,
piezas teatrales y cuentos. Sin embargo, estos esfuerzos quedan en el vacío,
pues mientras su producción literaria, dramatúrgica, periodística y poética no
forme parte del canon, Elena Garro seguirá siendo una escritora desconocida por
la mayoría de los lectores”. El 11 de diciembre, la escritora nacida en Puebla,
hubiera cumplido 100 años.
MC.- Patricia, ¿qué significó para ti descubrir la literatura de Elena
Garro en 1976?
PRL.- Significó un
proyecto de vida. Cuando leí por primera vez a Elena Garro —llegué a ella
por Los recuerdos del porvenir— descubrí a una escritora con un poder creativo
excepcional, tanto por la fuerza de su lenguaje lírico, como su deconstrucción
de la historia oficial sobre la Revolución mexicana y la Guerra Cristera. Me di
cuenta que estaba frente a una autora mucho más incisiva en su crítica en
contra del sistema político mexicano que los otros escritores; una voz
realmente comprometida con la justicia social y en contra de los tejesmanejes
del Estado, de los terratenientes, de los banqueros, en fin, de los oligarcas
que aún siguen controlando las esferas del poder político y económico. Por eso
supe que sería un proyecto de largo aliento...
MC.- ¿Cuál sería tu balance sobre las ceremonias
oficiales y la reedición de la obra de Elena Garro para celebrar su centenario?
PRL.-
Fue un buen intento por revalorar las contribuciones de Elena Garro a la
literatura. Como dramaturga, creo que hicieron falta más representaciones
teatrales, pues debido a los escasos recursos invertidos, tuvieron que
limitarse más bien a lecturas dramatizadas o radioteatros. En realidad el
esfuerzo mayor estuvo de parte de las universidades y de algunos grupos de
jóvenes entusiastas de diferentes puntos del país y del extranjero que montaron
obras como El rastro, Los perros, Los pilares de doña Blanca,
Un hogar sólido, Andarse por las ramas, sin olvidar la lectura
dramatizada de Sócrates y los gatos en el Castillo de Chapultepec, la
única obra que escribió con el tema del 68; esto fue una primicia. Pero, por
ejemplo, no se llevó a la escena una de sus obras cumbres, Felipe Ángeles.
Las editoriales Alfaguara, Cal y Arena y el Fondo de Cultura Económica reeditaron casi todas sus novelas,
piezas teatrales y cuentos. Sin embargo, estos esfuerzos quedan en el vacío,
pues mientras su producción literaria, dramatúrgica, periodística y poética no
forme parte del canon, Elena Garro seguirá siendo una escritora desconocida por
la mayoría de los lectores. Sus obras deben de leerse en las secundarias,
preparatorias y en las facultades de Filosofía y Letras como lecturas
obligatorias para que puedan llegar a los jóvenes. Es decir, Los recuerdos
del porvenir, Testimonios sobre Mariana, Y Matarazo no llamó...,
Inés, La casa junto al río, así como las piezas teatrales antes
mencionadas, deben de leerse en las escuelas como se leen Pedro Páramo, El
llano en llamas, La región más transparente o Cien años de
soledad...
Me llamó la atención que durante los
festejos se insistió en no hablar de su vida, sino concentrarse únicamente en
la trascendencia e innovaciones de su legado literario. Esto me parece bien,
pero nunca se debe ignorar la vida o el contexto histórico de un autor, ya que
todo creador se ve reflejado en su obra. Me pareció excesivo y sospechoso este
acercamiento. Tuve la sensación de que el statu quo mexicano no quería
escarbar el pasado para revelar el montaje que armó el poder en el seno del
movimiento estudiantil de 1968 para difamar a Elena Garro de complotista, espía
y traidora al culparla de la masacre en Tlatelolco, cuando fueron Gustavo Díaz
Ordaz, presidente de México, su secretario de Gobernación, Luis Echeverría, y
el director de la policía secreta, Fernando Gutiérrez Barrios, los verdaderos
complotistas y asesinos del pueblo. Para lavarse las manos de su crimen y para
eliminar a Elena Garro y a Carlos A. Madrazo, político que se estaba
enfrentando al PRI, los convirtieron en los chivos expiatorios, se deshicieron
de ellos para darle estabilidad y continuidad al sistema autocrático nacido con
la traición a los ideales de la Revolución mexicana.
Un homenaje más sincero y verdadero
hubiera sido deconstruir la leyenda negra orquestada por el poder en contra de
Elena Garro y pedirle una disculpa pública por los 30 años en los que la autora
padeció el hambre, la soledad, el ostracismo, las injurias, la desolación.
MC.- ¿Y tú, cómo pensabas conmemorar a Elena Garro?,
¿cuáles eran tus proyectos literarios entre 2014 y 2016?
PRL.-
Por un lado, reeditar El asesinato de Elena Garro. Periodismo a través de
una perspectiva biográfica (Universidad Autónoma de Nuevo León, 2014), en
donde recojo sus artículos, reportajes y entrevistas periodísticas, entre otras
cosas. Este objetivo lo logré y pude difundir el libro al presentarlo en
diferentes ciudades mexicanas; hubo algo de prensa, aunque nunca lo suficiente
tratándose de una figura como Elena Garro. Pero era de esperarse, pues en ese
volumen deconstruyo la leyenda negra que orquestó el gobierno de Gustavo Díaz
Ordaz en contra de Garro para desacreditarla y eliminarla de la escena política,
social y cultural mexicana. La autora de Felipe Ángeles era una piedra
muy grande que molestaba al sistema priista, ya que se había dedicado a revelar
la corrupción del régimen y se había involucrado en los movimientos sociales en
defensa de los campesinos masacrados para arrebatarles sus tierras.
Otro proyecto era la publicación de
su poemario, Cristales de tiempo. Poemas inéditos de Elena Garro (UANL,
2016) con la finalidad de darla a conocer como versificadora con la edición de
sus poemas rezagados durante 70 años por el autoritarismo de Octavio Paz, quien
le prohibió escribir y publicar poesía, pues ése era “su” terreno (en palabras
de la misma Elena Garro). Este proyecto lo llevé a cabo, pero Jesús Garro
Velázquez, sobrino de Garro, se encargó de obstaculizarlo con sus difamaciones
en contra de mi persona. Logré presentarlo solamente en la Feria del Libro de
la UANL, en marzo del 2016. Mis planes, desde luego, eran participar en
conferencias, presentaciones, talleres, etcétera. Tuve un sinfin de invitaciones
de diferentes universidades e institutos culturales, pero no pude llevarlos a
cabo por el constante acoso de Jesús Garro Velázquez, que es una persona muy
soez, canalla y un oportunista que vive del trabajo de los demás. Decidí
quedarme al margen para no ensombrecer los festejos del centenario con disputas
y agresiones de Garro Velázquez. Entonces me dediqué a participar con artículos
y semblanzas sobre la trayectoria y la relevancia de Elena Garro que se
publicaron en diferentes periódicos y revistas, tanto en México como en España.
También di varias entrevistas vía telefónica para la radio.
MC.- En octubre de 2016, te quejaste de un reportaje
de “El Mundo” donde te
entrevistaron, ¿por qué?, ¿fue el tono, en términos generales, de la cobertura
del centenario de Elena Garro?
PRL.-
Me quejé precisamente por las injurias que siguen propagándose en torno a Elena
Garro, porque los reporteros, no sólo de España, sino de México mismo, no hacen
su tarea de manera cabal. Estamos invadidos por un periodismo amarillista,
tendencioso y desinformado. Parece que lo que le interesa al reportero es
vender una nota al mejor postor, no importa si cae en falsedades, o si su
reportaje está bien fundado o no, lo importante es el sensacionalismo, la nota
roja, ser el centro de atención. Esto es lamentable. Y este tipo de periodismo
privó alrededor de la figura de Elena Garro durante su centenario. El reportero
de El Mundo respetó mis declaraciones, pero me molestó e indignó que el
otro entrevistado se dedicara a lanzar una serie de afirmaciones erróneas sobre
la vida de Garro. Estos dizque conocedores de la vida de Garro, no la han
estudiado realmente y se dedican a emitir, con gran prepotencia, una serie de
mentiras que da pavor su falta de conocimiento sobre el tema, y que los
publiquen, peor todavía.
MC.- ¿Cuántas páginas aumentó la reedición de tu
libro El asesinato de Elena Garro?, ¿por qué eliminaron el prólogo de Elena
Poniatowska?
PRL.-
La primera edición del 2005 tiene 479 páginas, y la segunda, publicada por la
Universidad Autónoma de Nuevo León del 2014, tiene 1094 páginas. En esta última
hay 100 imágenes muy valiosas que rescatan, a manera de archivo, el periodismo
de Elena Garro. El prólogo de Elena Poniatowska fue una espina en la primera edición.
El propósito era que narrara su relación con Garro cuando ésta peleó por las
tierras de Ahuatepec, Morelos. Nunca me imaginé que fuera a desacreditar a
Elena Garro como defensora de los campesinos, y a mí como biógrafa e
investigadora. Pero ya no había marcha atrás, se tuvo que publicar, o el libro
no salía a la luz y se encontraba muy avanzado en su producción.
MC.- La primera edición de la citada biografía salió
publicada por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, ¿cómo describirías
la relación de Elena Garro y su hija Helena Paz con la región zapatista y
jaramillista?
PRL.-
De aguerrida y valiente. Sobre todo porque hay que recordar que en los años 50
y 60 no había libertad de expresión, los medios masivos de comunicación -radio,
prensa y televisión- estaban totalmente controlados por el Estado. Hoy, gracias
a las redes sociales, ya no se pueden ocultar o tergiversar tan fácilmente las
noticias como en aquel entonces. Elena Garro pagó con su vida el haberse
enfrentado a los poderosos, la prueba está en que pasó los últimos 30 años de
su existencia en el destierro y la miseria. Recuerdo en estos momentos una de
sus frases que se quedó grabada en mi memoria: “Yo no creo en los
revolucionarios millonarios”, y tenía razón, ¿no?
MC.- En 2010, Marie José Tramini (la viuda de Octavio
Paz), denunció un epistolario pirata publicado por Jesús Garro, y en 2016
denunciaste que plagió dos poemas de Elena Garro del libro “Cristales de
tiempo”, ¿por qué sigue cometiendo impunemente estos crímenes literarios el
sobrino de Garro?
PRL.-
Porque en México se aplica la ley de los pistoleros. Las acusaciones de Jesús
Garro Velázquez están repletas de imprecisiones y calumnias. Firmé contratos
como agente literaria y biógrafa de Elena Garro y de Helena Paz Garro en el
invierno de 1997-1998. En este contexto, las dos escritoras me entregaron la
colección de poemas que publiqué en Cristales de tiempo. Poemas inéditos de
Elena Garro, así como el material que apareció en Yo sólo soy memoria.
Biografía visual de Elena Garro (Ediciones Castillo, 1999) y en Testimonios
sobre Elena Garro. Biografía exclusiva y autorizada de Elena Garro (Ediciones
Castillo, 2002). En el 2006, Helena Paz
Garro y yo firmamos otro contrato para continuar con esta relación, como lo
indico en el estudio preliminar de Cristales de tiempo...; dicho
contrato está vigente y es el que me autoriza a publicar los poemas de Elena
Garro. Pueden consultarlo en la Notaría Número Dos de Cuernavaca, Morelos.
Ninguna editorial publica un libro si no hay un contrato que avale la obra en
cuestión, por lo tanto, la Universidad Autónoma de Nuevo León no cometió ningún
acto ilegal, ni la que esto escribe.
De manera tramposa, Jesús Garro
Velázquez transcribió los fragmentos de poemas de Elena Garro de mi libro Testimonios
sobre Elena Garro. Biografía exclusiva y autorizada de Elena Garro (Ediciones
Castillo, 2002) en su volumen Elena en la intimidad (2009). Los
transcribió tal cual aparecen en Testimonios sobre Elena Garro, los
poemas son fragmentos y no están todos ellos en esa biografía, por lo que en el
libro de Jesús Garro Velázquez no están tampoco todos los poemas que edité y
compilé en Cristales de tiempo. Poemas inéditos de Elena Garro (UANL,
2016). Esto se puede comprobar al cotejar ambas ediciones.
Y sin escrúpulos, Confabulario,
el suplemento cultural de El Universal, publicó el 11 de diciembre de
2016, dos poemas que transcribió textualmente de mi edición que compila la obra
poética de Elena Garro sin darle el crédito correspondiente a dichos poemas
publicados en Cristales de tiempo... Jesús Garro Velázquez proclama
tener derecho a este material, ¿por qué entonces no ha hecho su propio trabajo
editorial de los poemas de Elena Garro y utiliza el mío? ¿Por qué El
Universal permite que sus reporteros caigan en estas irregularidades?
Porque en México priva la ley de los oportunistas y avariciosos, de los que
viven a expensas del trabajo de los demás. He mandado una carta de desagravio a
El Universal, estoy esperando que la publiquen, y si no lo hacen, buscaré
otros medios para denunciar estos abusos de Jesús Garro Velázquez y sus
espadachines. Son una nueva mafia.
MC.- En la FIL Guadalajara comenzó a circular “Reencuentro
de personajes” (Drácena, 2016) con una faja publicitaria machista y un epílogo
plagado de erratas, ¿prosperará tu petición de sacar de circulación el libro de
Drácena?
PRL.-
Esperemos que sí. Yo voy a seguir insistiendo. No es suficiente con que hayan
quitado la faja sexista y misógina, porque el epílogo y la contraportada son
igualmente ofensivas y desinformadas de la vida y obra de la autora.
MC.- Finalmente, en 2006 firmé como testigo el
testamento de Helena Paz Garro en Cuernavaca, ¿cuál debería ser el papel de sus
herederos?
PRL.-
El papel de los herederos debería de ser la de estudiar la vida y obra de Elena
Garro y cuidar su imagen. Jesús Garro Velázquez debería enfrentar a los
editores de Drácena por las injurias infligidas a la autora de Reencuentro
de personajes. Es insólito que los editores ataquen a la autora utilizando
una de sus obras. Jesús Garro Velázquez debería de ver dónde se agazapan los
verdaderos detractores de Elena Garro e ir sobre ellos, no sobre los
investigadores que nos dedicamos a reivindicar y dar a conocer la obra de Elena
Garro. Pero como es un oportunista que vive del trabajo de los demás, no creo
que proceda contra Drácena.