Anabel
Hernández: “Publicaré el Informe secreto sobre la desaparición de los 43
estudiantes de Ayotzinapa”
Por
Mario Casasús/Clarín de Chile
Guadalajara.-
En entrevista con Clarín.cl Anabel Hernández (1971), presenta el libro La verdadera noche de Iguala: “Los
militares del 27 Batallón de Infantería participaron en la desaparición de los
estudiantes, se recuperaron casquillos del Ejército en el lugar de los hechos,
ellos monitorearon el operativo desde el C-4; está confirmada la intervención
de la Policía Federal, pero por qué, si querían masacrar a los jóvenes para
darle un golpe político a la Escuela de Ayotzinapa te llevas a todos los
estudiantes, ya estabas en eso. Pero se concentra la atención en los 2
autobuses y no en los otros 3, para mí la explicación está clara: un capo llamó
por teléfono al 27 Batallón de Infantería de Iguala para ordenar a sus
empleados: ‘ve y recupera mi droga, no me importa lo que hagas, recupera mi
droga’, los muchachos fueron testigos del crimen, la acción del Ejército detonó
la desaparición de los 43”. Las pruebas documentales estarán disponibles -a
partir de enero- en la página: www.verdaderanochedeiguala.com
La
semana pasada el periódico New York Times
publicó fragmentos de un Informe secreto de la Procuraduría General de la
República (PGR) que responsabiliza a varios funcionarios por ocultar y afectar
la investigación judicial. Anabel Hernández tiene acceso al citado Informe de
la PGR, a varios documentos, videos y fotografías para armar el rompecabezas
del crimen en Iguala y la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa:
“También está determinado por la PGR –en un informe secreto que no quieren
revelar- que se cometieron abusos y violaciones contra los 4 albañiles que
fueron acusados de asesinar y quemar a los 43 estudiantes en el basurero de
Cocula”; la periodista se refiere al Informe del Fiscal César Alejandro Flores,
según la investigación de Anabel Hernández: “La orden presidencial era no
hacerlo público, pero yo lo haré público, estamos creando una página de
internet –donde a más tardar en enero- para subir esta documentación, explicada
para los lectores interesados tengan acceso a todos los documentos”.
MC.- Anabel, ¿cuál fue
tu primera reacción al leer las noticias sobre la desaparición de los 43
estudiantes de Ayotzinapa?
AH.-
Evidentemente era un caso muy importante, con la desaparición de 43 estudiantes
de la noche a la mañana llegaron las primeras informaciones de la Fiscalía de
Guerrero y el “yo no supe nada” del gobierno federal, inmediatamente
despertaron la alerta roja. Antes de meterme de lleno a la investigación
comencé a conseguir información documental del caso –a través de una fuente que
yo tenía-, y me doy cuenta que el gobierno está diciendo muchas cosas falsas,
que contradicen el propio expediente, fue cuando decidí hacer esta
investigación patrocinada por la Universidad de Berkeley durante 2 años,
viajaba a México 2 o 3 veces al mes para hacer la investigación documental y la
investigación de campo.
MC.- Cuando hablas de la
investigación documental, recuerdo que fuiste la primera periodista en
conseguir los videos del ataque contra los estudiantes de Ayotzinapa, ¿el
soporte multimedia comenzó a desbaratar la “verdad histórica” del gobierno?
AH.-
Sí, esas fueron las primeras contradicciones que encontré, porque tuve acceso a
las primeras declaraciones ministeriales que rindieron los estudiantes
sobrevivientes el 27 de septiembre de 2014, inmediatamente leí en dos declaraciones
que hablan de la participación de elementos de la Policía Federal, el gobierno
decía que no sabía nada, que se enteró 2 horas después; evidentemente si el
gobierno está mintiendo, entonces pensé: ¿qué está escondiendo?; más adelante
leí en las declaraciones de los estudiantes: “grabamos con nuestros celulares
los videos de la agresión y los entregamos como pruebas”, durante los primeros
días ni la PGR, ni la Fiscalía de Guerrero habían mencionado la existencia de
esos videos. Uno de mis objetivos durante el primer viaje que hice a Guerrero
era conseguir los videos, cuando hablé con los estudiantes en la Normal de
Ayotzinapa y les pedí los videos –ellos no los habían mostrado a nadie-, se
espantaron y me dijeron: “¿de dónde viene usted?, ¿cómo se enteró de los videos
si es algo muy secreto?”, les respondí: “porque leí su declaración ministerial,
por favor déjenme ver esos videos”, es ahí donde los estudiantes gritan: “ya se
van los policías federales, nos van a querer fastidiar”. Esta prueba abrió una
puerta muy grande para la investigación que seguí durante 2 años.
MC.- ¿Cómo lograste
construir la confianza con los estudiantes y las 8 familias de Iguala que
ayudaron a los sobrevivientes?
AH.-
Te voy a decir algo que fue muy frustrante para mí, por supuesto cuando veo las
declaraciones ministeriales voy al lugar de los hechos, en la declaración
describe lo que pasó, pero la calle está llena de vecinos y comercios,
pareciera que el ataque ocurrió en la Sierra Madre Occidental, o en las
montañas, no sé dónde. No, ocurrió en las calles de Iguala un viernes por la
noche, era un rumbo súper transitado, hasta el señor que vende hotdogs vio todo lo que pasó, pero nadie
los había llamado a declarar, a pesar de que el ataque fue un lugar público ni
la Fiscalía, ni la PGR llamaron a declarar a ningún testigo: la chica que
atendía la farmacia, la señora que vende hotdogs
en la calle. Entonces, lo que hago es tocar puerta por puerta, creo que fui a
Iguala 5 o 6 veces, tocando puerta por puerta, todos me decían: “yo no estaba
aquí esa noche”, supuestamente con estos testimonios todos estaban con la tía,
de vagaciones, de compras en México DF, o había nacido alguien, según los
vecinos nadie estaba en la calle la noche del 26 de septiembre, de tanto
insistir, de tocar puerta por puerta, comenzaron a salir personas que me
invitaron a sus casas: “no ande preguntando esto en la calle”, por fin, los
vecinos comenzaron a contarme las historias, algunos me compartieron videos y
fotografías, la historia que cuentan los vecinos es terrible, hay un punto
clave, de pronto me encuentro que diferentes vecinos -en diferentes casas,
entrevistados en diferentes momentos- decían que no sólo dispararon los
policías municipales, había civiles disparando y todos coincidían al decir: “parecían
militares, por su corte de cabello, por su cuerpos en forma”, pensé: esos no
son sicarios del narco, los capos nunca se toman la molestia de ejercitar a sus
sicarios, ni de cortarles el cabello igual. Los testimonios de los vecinos
fueron fundamentales, todavía dudé: “¿no estarán viendo mal?, tal vez
comprendieron mal las cosas”, así me quedé muchos meses hasta que leí las
primeras declaraciones ministeriales de los militares, donde el propio coronel
del 27 Batallón de Infantería reconoce que él mandó a militares vestidos de
civil a la escena del crimen, ahí comencé a comprender todo mucho mejor.
MC.- ¿Te refieres al
coronel Ramírez que después de los crímenes en Iguala lo ascendieron a General?
AH.-
Sí, Jesús Ramírez es un General Brigadier que ahora está en un buen puesto en
la SEDENA (Secretaría de la Defensa Nacional).
MC.- Hablemos de los
presuntos responsables, tú denuncias que fabricaron culpables con torturas y
violaciones sexuales, ¿qué tan difícil fue llegar con los acusados de la desaparición
de los estudiantes de Ayotzinapa?
AH.-
Gracias a que conseguí los expedientes, en las declaraciones ministeriales de
México –sea un culpable o una víctima- al final se registra en una carpeta, con
una hoja los datos personales –cuando es un detenido deja su dirección y tiene
derecho a la llamada telefónica con un familiar-, queda asentado el nombre del
familiar y su número telefónico. Lo que hice fue comenzar a llamar a todos los
números telefónicos registrados, pensé que los parientes de los detenidos se
negarían a hablar conmigo, pero todos querían hablar, conversé con las esposa y
las madres de los detenidos, después logré establecer contacto directo con
ellos a través de sus llamadas telefónicas o cartas con sus testimonios que me
enviaron desde prisión, evidentemente yo tomé esto con reservas, por supuesto,
porque estamos hablando de que eran “los malos”, los acusados, supuestamente
los más malos de todos, pero mis reservas cambiaron cuando comencé a ver los
dictámenes médicos, yo no soy perito, pero cuando pregunté a los especialistas
me dijeron: “estas son quemaduras”, y luego voy viendo un patrón, todos tenían
marcas muy similares, entonces veo que es tremendo y fui la primera reportera
que publiqué las violaciones a los derechos humanos que sufrieron los
detenidos, después me enteré que la Oficina del Alto Comisionado de los
Derechos Humanos de la ONU hizo su propia investigación y llegaron a las mismas
conclusiones que yo, hay cartas de la Oficina de la ONU que enviaron a la
representación de México en Ginebra, creo que el gobierno de México puede ser
juzgado internacionalmente por dos casos: por la desaparición forzada de los 43
estudiantes, o por las torturas que infligieron a los presuntos culpables.
MC.- ¿Estableciste
contacto epistolar o telefónico con el alcalde de Iguala detenido por ordenar
la desaparición de los 43?
AH.-
Pude hablar con su abogado y con sus familiares, después, a través de sus
familiares pude acordar una entrevista telefónica con ellos. Todos los
detenidos, incluso los presos en cárceles de máxima seguridad tienen derecho
-cada 9 días- a una llamada telefónica de 10 minutos, fue así como pude hablar
con varios de los involucrados.
MC.- ¿Cuál es el grado
de responsabilidad del alcalde de Iguala?
AH.-
Para mí la figura de José Luis Abarca es muy menor, hasta este momento se dice
que su esposa María de los Ángeles Pineda lavaba dinero, se dice que sus
recursos son de procedencia ilícita, incluida la plaza comercial en Iguala,
pero hasta este momento, después de su detención, el gobierno no les ha podido
probar nada, ni siquiera han podido decomisarles o asegurarles ni una
propiedad, ni un automóvil, ni un anillo de oro de sus joyerías, no han podido
decomisarles nada; la plaza comercial de los Abarca está funcionando como si
nada, porque no les han podido probar ni un peso del dinero sucio. Yo no soy
autoridad para decir: “lavó o no lavó dinero del narco”, pero es evidente que
el gobierno no ha podido probar sus acusaciones y cualquier persona es inocente
hasta que se le demuestre lo contrario.
MC.- Pensé que la plaza
comercial de José Luis Abarca estaba en el esquema de enajenación de bienes…
AH.-
No, para nada. Todos sus negocios siguen operando, el gobierno señala a los
Abarca en conferencias de prensa como los culpables, están detenidos, pero hay
una parte muy importante que revelo en mi libro: la PGR hizo una investigación
interna de la investigación que se hizo sobre el caso de Iguala, en esta
investigación interna ya está determinado por el Ministerio Público que tanto
Abarca como su esposa fueron detenidos ilegalmente y que se violaron sus
derechos humanos, incluso fueron víctimas de tortura; es una determinación del
Ministerio Público, en mi libro viene la lista de los torturadores.
MC.- Es una lista impresionante
de funcionarios y milicos, ¿a quién destacarías?
AH.-
Muchos son marinos. Aquí viene la lista de quiénes son los responsables.
También está determinado por la PGR –en un informe secreto que no quieren
revelar- que se cometieron abusos y violaciones contra los 4 albañiles que
fueron acusados de asesinar y quemar a los 43 estudiantes en el basurero de
Cocula. Los principales acusados fueron detenidos ilegalmente y torturados,
ninguna de estas personas podrá ser juzgada, no habrá un juez que pueda emitir
sentencias por las graves violaciones de los derechos humanos y las detenciones
ilegales.
MC.- ¿Conseguiste el
Informe del Fiscal César Alejandro Flores?
AH.-
Sí, lo tengo en mi poder.
MC.- ¿Existe algún
recurso legal para que la PGR haga público el Informe del Fiscal César Flores?
AH.-
La orden presidencial era no hacerlo público, pero yo lo haré público, estamos
creando una página de internet –donde a más tardar en enero- para subir esta
documentación, explicada para los lectores interesados tengan acceso a todos
los documentos.
MC.- ¿Qué subirán a la
página VerdaderaNochedeIguala.com?
AH.-
Las fotografías, los videos y la documentación.
MC.- ¿La página web será
un respaldo para difundir tu investigación si el libro no se vende en otros
países?
AH.-
No, habitualmente en mis investigaciones –por ejemplo Los señores del narco-,
me gusta escanear las principales pruebas que tengo, sé que son investigaciones
muy polémicas y los lectores podría decir: “esto no es posible”, por eso me
gusta incluir los documentos, para que los lectores vean que no es una
especulación, independientemente de la nota al pie de página. Dado el volumen
de documentos era prácticamente imposible publicarlos todo, por lo tanto,
decidimos no encarecer el libro y hacer en un formato más amigable la revisión
de estos documentos, no sólo publicaremos la portada de cada documento en la
página de Internet.
MC.- ¿Cómo dialoga tu
libro con las investigaciones de Sergio González Rodríguez y Témoris Grecko?,
¿sus hipótesis de trabajo y metodologías son un complemento o contrapunto?
AH.-
Es una pregunta complicada, yo habitualmente no juzgo, no comento el trabajo de
los demás, yo les tengo un gran respeto. Lo que te puedo decir es que el
trabajo de Témoris Grecko toma mucho en cuenta mis primeras investigaciones
publicadas en la revista Proceso,
podría decir que se basa en los inicios de mi investigación. Lo que te puedo
decir es que yo intenté no contaminarme con nada, ni con los otros libros, ni
con las otras hipótesis, porque yo tenía mi propia investigación que había
iniciado antes que ellos y tenía mi propia ruta. Si comienzas a contaminarte de
otras teorías pierdes objetividad, incluso te diría que me mantuve lejos de los
familiares de los estudiantes desaparecidos, no tengo ninguna entrevista con
ningún familiar, porque es muy doloroso por lo que están pasando, les tengo un
gran respeto, pero yo no quería “prejuiciarme” con su dolor, quería mantener
una visión independiente, hablé con los estudiantes sobrevivientes, pero no
tomé su testimonio y me lo tragué como píldora, lo contrasté con otra
información para ver si lo que me estaban diciendo era cierto, cuando les
pregunté: ¿iban armados?, respondieron que no, los choferes de los autobuses
confirmaron que los estudiantes no llevaban armas, de los autobuses no salió ni
un balazo, sí aventaron piedras a las patrullas de la policía. Fui contrastando
todo, no creí a ciegas en nadie, lo mismo pasó con los acusados, incluso con
los documentos, necesitaba saber si eran reales o no, fue una investigación muy
compleja al estar contrastando las diferentes versiones.
MC.- Siguiendo con la
lógica de la pregunta anterior, ¿Pepe Reveles fue el primer periodista en
denunciar la ruta de la heroína en la desaparición de los 43 estudiantes?,
¿cuál es tu conclusión del papel de la heroína en la noche de Iguala?
AH.-
Yo no vi en qué fecha comentó Pepe Reveles la relación de la heroína y los
crímenes de Iguala. Yo vengo rastreando este tema desde hace tiempo, cuando
comencé la investigación, pero realmente el primero que habla de manera más
formal –yo lo estaba investigando, pero nunca lo hice público-, quien revela
esta posibilidad de que al menos uno de los autobuses traía drogas fue el GIEI
(Grupo Internacional de Expertos Interdisciplinarios) en su primer Informe de
septiembre de 2015, ellos tenían la hipótesis del quinto autobús, y mi
hipótesis desde el principio fue que los 2 autobuses de la empresa Estrella de Oro traían heroína. Ahora,
la propia Visitaduría de la PGR está ordenando que los 2 choferes de los 2
autobuses sean citados a declarar porque se han contradicho en sus
declaraciones y para que se inspeccionen los 2 autobuses, porque son los 2
camiones donde desaparecieron los 43 estudiantes.
MC.- ¿El móvil de la
desaparición era no dejar testigos del tráfico de la heroína?
AH.-
Sí, para mí es el móvil que explica todo. Los militares del 27 Batallón de
Infantería participaron en la desaparición de los estudiantes, se recuperaron
casquillos del Ejército en el lugar de los hechos, ellos monitorearon el
operativo desde el C-4; está confirmada la intervención de la Policía Federal,
pero por qué, si querían masacrar a los jóvenes para darle un golpe político a
la Escuela de Ayotzinapa te llevas a todos los estudiantes, ya estabas en eso.
Pero se concentra la atención en los 2 autobuses y no en los otros 3, para mí
la explicación está clara: un capo llamó por teléfono al 27 Batallón de
Infantería de Iguala para ordenar a sus empleados: “ve y recupera mi droga, no
me importa lo que hagas, recupera mi droga”, los muchachos fueron testigos del
crimen, la acción del Ejército detonó la desaparición de los 43. Es muy lógico,
porque hasta las 10:30 de la noche no se tenía la orden para desaparecerlos,
había 3 estudiantes heridos de bala –Aldo, Fernando y otro muchacho que ahora
no recuerdo pero perdió los dedos de una mano por los balazos-, si la orden era
desaparecerlos desde el principio en ese momento los asesinan, pero los llevan
a los hospitales, los policías municipales de Iguala llamaron a la Cruz Roja y
se lleva a los heridos, no había orden de desaparición, es hasta después, lo
tiene claro Fernando Marín, el único sobreviviente del tercer autobús, el
testigo clave declaró: “yo no entiendo cómo me salvé, me llevó la ambulancia y
lo último que veo es al Cochiloco y a
uno de mis compañeros tirados en la banqueta”. De pronto, veo un video de las
11:15 de la noche y súbitamente todas las patrullas desaparecen, las sirenas
que se veían en las calles se mueven, ahí ocurre la desaparición, a esa hora el
Ejército ya tenía el control total de Iguala, las piezas del rompecabezas se
van armando, no hay duda: el Ejército participó.
MC.- Finalmente, tú
afirmas que la heroína no era del cártel Guerreros Unidos, ¿a quién le
pertenecía la droga?, ¿tienes el nombre del cártel?
AH.-
He decidido reservarme esa información, porque estoy esperando, ojalá que mi
libro pueda detonar que alguien informe cuál fue el paradero final de los
estudiantes, dejo una puerta abierta para que alguien se acerque, alguien haga
el contacto y señalen cuál fue el destino final de los 43 estudiantes.
http://www.elclarin.cl/web/entrevistas/20943-anabel-hernandez-publicare-el-informe-secreto-sobre-la-desaparicion-de-los-43-estudiantes-de-ayotzinapa.html