Mario Casasús: “Las
referencias de José Agustín en Morelos
salen a cuentagotas, son cameos”
Por Rubén Ocampo/Cuautla
de antaño*
Cuautla.-
El libro “José Agustín
en Morelos” aborda, de manera cautivante y reveladora, pasajes dentro de la
vida del multi laureado escritor en México, basado en una audaz
investigación característica ya de las obras de Mario Casasús que derivan en
notables referentes históricos.
Conocer cómo es que llega José Agustín a Cuautla,
cómo se integra a causas morelenses, de su vida familiar, de sus amistades, de
sus encuentros y desencuentros con autoridades y su influencia en la cultura
local nos da una perspectiva del ser humano y de lo muy peculiar de su
personalidad entre fotografías y un texto inédito de su inagotable fuente.
RO.- Mario, platícanos un poco de tu obra “José Agustín en Morelos”.
MC.- Este libro viene
a complementar una serie de investigaciones sobre personajes de la literatura
situados en escenarios morelenses, comencé con la figura de Ignacio Manuel
Altamirano y sus años de juventud en Cuautla –vivió en la Hacienda Santa Inés-,
después me extendí a un plano internacional, con “Pablo Neruda en Morelos”
–sobre su boda en Tetecala y su divorcio en Jojutla-, datos que no conoce el
lector morelense y mucho menos el lector chileno. Entonces, cuando pensé en
buscar al siguiente personaje, necesitaba un referente inmediato, que estuviera
vivo, porque no pude conversar con Altamirano, ni con Neruda, las anteriores
investigaciones salieron de las hemerotecas y bibliotecas. En el caso de José
Agustín tengo la fortuna de ser uno de sus amigos, lo conocí en el Museo Casa
Morelos, gracias al antropólogo Carlos Barreto. Al pasar los años establecimos
una gran amistad, José Agustín me buscaba por teléfono, a veces me decía: “ven
a Brisas, vendrá el poeta Alberto Blanco, tienes que conocerlo”, en otra
ocasión me dijo: “va a venir René Avilés”, también fue mi amigo, me dio
trabajo en su revista “El Búho”. José Agustín sabía que podía conversar conmigo
sobre literatura, porque yo conocía personalmente a sus amigos de Sudamérica
(Antonio Skármeta, Oscar Hahn, Poli Délano y Mempo Giardinelli), además
teníamos una afinidad política –guardando la diferencia de edades y
trayectorias-. Sentí que era el momento adecuado para escribir este libro
porque se cumplen 45 años del arribo de José Agustín a Cuautla en 1975.
RO.- Es muy importante este punto: que la gente sepa que José Agustín
está avecindado en Cuautla desde hace 45 años. El trabajo que logró hacer
nuestro amigo Mario Casasús se convierte en un referente basado en una
investigación exhaustiva, te felicito, porque esas referencias históricas
seguramente van a perdurar dentro de la cultura local. José Agustín es un
clásico de la literatura nacional, nos gusta por la manera desenfadada de
escribir y por la clara tendencia a desmitificar la historia del México actual,
siempre he dicho: “deberíamos leer más a José Agustín”, a quienes no conocen la
obra de José Agustín tu libro les servirá de guía, y para los que sí conocemos
su obra nos servirá para tener otro enfoque.
MC.- La idea era
buscar las referencias morelenses en los libros de José Agustín, a pesar de
haber vivido 45 años en Cuautla hay pocas citas, salen a cuentagotas, son
cameos exquisitos, recuerdo una cita en El
Sol de Cuautla –un periódico que antes no se podía leer en internet-,
encontré una referencia a Eloy Alcaraz, José Agustín reconoció que su compadre
Eloy fue el primer personaje que lo involucró en la cultura de Cuautla, lo
impulsó a fundar el taller literario en la Casa de la Cultura –en el atrio de
la Iglesia de Santo Domingo- y dejó en claro que el gobierno cerró ese espacio
arbitrariamente. Son referencias que jamás tendría acceso un ciudadano
chilango, y en Cuautla es posible que se olvidaran estas historias: ¿quién fue
Eloy Alcaraz?, ¿dónde estaba la primera Casa de la Cultura?, ¿cuál fue la
importancia de los Encuentros de Narradores en la Casa de Morelos?, si tomamos
en cuenta que el primer Encuentro fue en 1983 y terminó en la Feria del Libro
de Guadalajara, entendemos la dimensión del trabajo de José Agustín al llevar a
la provincia a los grandes escritores, que para nuestra fortuna eran sus
amigos.
RO.- No quiero pasar por alto aquellos talleres literarios que se
hicieron aquí, en el café Colón y el restaurante Pirandello, los talleres eran
un impulso para el arte y la cultura en Cuautla.
MC.- Mira, en el caso
del taller literario asistieron en su mayoría jóvenes escritores, José Agustín
los lanzó al ruedo en los Encuentros Nacionales de Narradores, la dinámica era:
un joven inédito compartía mesa con Elena Poniatowska o Vicente Leñero, para
que se foguearan con los grandes maestros de la literatura nacional. Eso fue
impactante. Precisamente, a la primera persona que busqué para mi libro fue a
la poeta Norma Abúndez, porque ella asistió a la generación del taller de 1983
y debutó en el Encuentro de escritores de 1983, para ella esa experiencia fue
inolvidable y continúa por el camino de las letras.
RO.- No he tenido la oportunidad de leer tu libro, pero lo voy a leer.
MC.- Salió ayer.
RO.- Quiero compartir el texto de la contraportada: “La cultura
suriana está en deuda con José Agustín, por sus libros, por traernos a lo mejor
de la literatura nacional, por las batallas políticas y ecológicas, por la
generosidad de los talleres literarios y por la libertad creativa alejada de la
corrupción del Estado”.
MC.- Las referencias
que encontrarán en mi libro no son inocentes, hablamos de la historia del
candidato a alcalde de Cuautla detenido y desaparecido en 1988, ¿quién recuerda
la historia José García?, hablamos de la lucha por la cancelación de la
gasolinera de Manantiales, otra historia que debe conocerse en México: José
Agustín decidió inscribir a sus hijos en las escuelas públicas “Plan de San
Luis” y “Cuitláhuac”, eso marcó a sus hijos, Andrés y Jesús siguen manteniendo
las amistades de la escuela primaria, al grado que en la década de 1980 los
hermanos Xixitla fundaron el primer grupo de rock en náhuatl, ¿te imaginas?, la
amistad de los hijos de José Agustín con los hermanos Xixitla les permitió
trascender al plano nacional, porque José Agustín los llevó al programa
televisivo de Ricardo Rocha “En vivo”, intentó colocarlos en “Siempre en
domingo”, pero obviamente Raúl Velasco no los aceptó. Esta historia no se
conoce en México, dudo que en Cuautla siga presente en la memoria. No son
referencias inocentes: le pegamos a Estrada Cajigal, trapeamos con el PRI, lo
hicimos pedazos en el libro. Traté de reflejar el pensamiento político de José
Agustín desde su trinchera morelense.
RO.- Todo lo que acabas de decir se antoja más leer tu libro. Todo lo
que acabas de decir lo proyectó José Agustín en los tres tomos de “Tragicomedia
mexicana”.
MC.- Sí, pero con
nuevos hallazgos, gracias a la generosidad de Margarita Bermúdez –a quien
dediqué mi libro- revisé parte del archivo privado del escritor. La primera
imagen del Anexo fotográfico es un recuerdo de José Agustín recibiendo la
primera comunión del Obispo Méndez Arceo en 1953, y en la “Tragicomedia
mexicana 3” de 1998 reivindicó al “Obispo rojo” y la Teología de la liberación.
Imagina las probabilidades para que un niño de 9 años reciba su primera
comunión de un personaje que después admirará de adulto. Nadie en México conoce
estas historias, dudo que en Cuautla todavía se acuerden de algunos detalles.
Es necesario revalorar al maestro José Agustín, tenemos que seguir hablando de
sus aportes culturales y rescatar su fascinante biografía, por eso la
estrategia final de mi libro es convocar a la Universidad Autónoma del Estado
de Morelos para que reconozcan a José Agustín con el Doctorado Honoris Causa.
RO.- Estoy totalmente de acuerdo, José Agustín se merece todos los
honores como nadie en el Estado de Morelos. Quisiera saber, ¿cómo puedo
adquirir tu libro?
MC.- Agradezco a mis
editores de “Libertad bajo palabra”, es un proyecto regional de Cuautla, es un
proyecto sin fines de lucro. El libro salió ayer a la venta, inmediatamente
liberamos el libro digital, sabemos que la gente no tiene dinero por la crisis
de la pandemia, así que pueden descargar el libro gratuitamente desde la página
de “Libertad bajo palabra”. Sé que los hijos de los amigos de José Agustín
–como los que nos acompañan hoy: Merary Alcaraz y Edgar Aguilar- comprarán mi
libro, pero los lectores que estén en quiebra por la cuarentena lo pueden bajar
gratis.
RO.- Eso habla muy bien de ti.
MC.- No, ese es el
proyecto de la editorial.
RO.- Pero tú das la anuencia como autor. Seguramente tu libro estará a
la venta en el local de “Mi mercadito”.
MC.-Sí, también tenemos
dos puntos de venta que nos han funcionado muy bien en Cuautla: el puesto de
periódicos de doña Tere en el Zócalo y el puesto de periódicos de Marcos en la
Alameda.
RO.- En la esquina sur de la Alameda.
MC.- El puesto de doña
Tere es interesante, porque los editores culturales de la revista “Proceso”
tienen casa en Cuautla, así que cuando los hermanos Ponce viajan a Cuautla -por
el fin de semana- pasan con doña Tere y compran las novedades de “Libertad bajo
palabra”, de repente los libros de nuestra casa editorial salen reseñados en
“Proceso” y nadie sabe por qué. Es un punto de venta estratégico porque con la
labor de convencimiento de doña Tere los hermanos Ponce están al día con
nuestras novedades, algunos escritores matarían porque sus libros salieran
reseñados en “Proceso”.
RO.- Entonces son tres puntos de venta: los dos puestos de periódicos
y “Mi mercadito”, el local se encuentra ubicado en la avenida Insurgentes,
frente al entronque de la calzada Santa Inés, en la colonia Zapata.
MC.- En la lógica de
que es un libro sin fines de lucro, cuesta 150 pesos. Y para los lectores de
José Agustín que no viven en Morelos costará 200 pesos por correo certificado y
250 por Mercado Libre.
RO.- ¿Con envío incluido?
MC.- Sí, 200 pesos por
correo certificado y 250 pesos por Mercado Libre.
RO.- No hay pretextos, es un libro recomendable y revelador. ¿Algo más
que quieras agregar?
MC.- Sí, la cereza del
pastel es un texto inédito de José Agustín –escrito en 1976- sobre Emiliano Zapata,
no digo más, busquen el libro.
*Entrevista realizada
durante la presentación del libro “José Agustín en Morelos”, el 3 de julio, en
“Mi Mercadito” de Cuautla.
Rubén Ocampo dirige la
página “Cuautla de antaño”.