Pablo Neruda en Morelos: Divorcio en Jojutla y boda
en Tetecala
Por Mario
Casasús*
El cronista Valentín López-González Aranda realizó una
investigación sobre la “Ley Puente” (1927), cuando la capital de Morelos era la
meca de los divorcios, la reforma promulgada por el gobernador Ambrosio Puente
facilitaba los trámites,[1]
por lo tanto, muchas personas del extranjero viajaron a Cuernavaca para
terminar sus matrimonios. El 2 de abril, López-González presentó la
conferencia: Divorcios al vapor en Morelos
(1927-1952), enumeró los casos y trazó el contexto:
La institución social
del matrimonio comienza a modificarse de manera significativa a principios del
siglo XX, precisamente en Cuernavaca, el 11 de diciembre de 1915, los
zapatistas realizaron un proyecto para crear una ley sobre el matrimonio, esta
iniciativa facilitaba la terminación del vínculo matrimonial por desavenencia,
es decir, por falta de acuerdo, pero para que se permitiera la ruptura
definitiva a los interesados tenían que permanecer separados por un periodo de
al menos 5 años; durante este periodo y ya divorciado el hombre quedaba siempre
obligado a dar alimentación a la mujer mientras no contrajera nupcias
nuevamente […] Como se puede
ver, el zapatismo transformaría radicalmente el conjunto de interacciones
cotidianas logrando una revolución profunda […] En la década de 1930, el Estado
de Morelos comenzó a ser visitado por una gran cantidad de nacionales y
extranjeros que buscaban disolver sus matrimonios, muchos de ellos eran de la
realeza europea, artistas de Hollywood, eminentes políticos, escritores,
empresarios y deportistas. Todo comenzó el 15 de agosto de 1927 al publicarse
en el Periódico Oficial del Estado de Morelos (número 249) la ley del divorcio,
después sería conocida como Código Puente
(Ley Puente), debido a que había sido
promulgada por el gobernador interino Ambrosio Puente, se estipulaba que
después de un año de matrimonio el divorcio voluntario podía ser interpuesto
ante un juez competente, aunque el acto que se trata de disolver hubiera sido
realizado fuera del Estado, la terminación de la unión podía ser solicitada por
ambos cónyuges, o por uno, otro aspecto clave es que no exigía el requisito de
residencia del cónyuge demandante para iniciar el juicio de divorcio en el
Estado de Morelos.[2]
Entre la
lista de los divorcios morelenses “al vapor” destacan los demandantes: Cynthia
Annette Mountbatten, condesa de Birmania, finiquitó su
matrimonio con lord Luis Mountbatten (1931); el editor Edward McLean, dueño del
diario The Washington Post, y Evelyn
Walsh firmaron los papeles del divorcio en Cuernavaca (1932); el escritor
Conrad Aiken, durante su separación con Clarissa Lorenz, vivió en la casa de Malcolm
Lowry (1937); el poeta Pablo Neruda contrató al abogado cubano Camilo
Carrancá para disolver su matrimonio con Maruca Hagenaar (1942);
el compositor Agustín Lara, después del divorcio con Carmen Zozaya en Yautepec,
contrajo nupcias con la actriz María Félix (1945); el boxeador Joe Louis
Barrow, campeón mundial durante once años, tramitó la anulación de su boda con
Marva Trotter en los juzgados de Jojutla (1949); la actriz Paulette Goddard,
estuvo casada con el actor Charles Chaplin, en Cuernavaca se divorció de Oliver
Burgess (1949); la actriz Faye Emerson demandó al coronel Eliot Roosevelt en la
capital de Morelos (1950); la empresaria Bárbara Hutton Woolworth, dueña del Hotel Sumiya, terminó su matrimonio con el
príncipe Igor Troubetzkoy
(1951); y el intérprete Pedro Infante, después del divorcio con María Luisa
León en Tetecala, contrajo matrimonio con la actriz Irma Dorantes (1952). La Ley Puente fue derogada -en abril de
1952- por el gobernador Rodolfo López de Nava (1952-1958).
Aprovechando la Ley
Puente, los abogados del poeta chileno presentaron un requerimiento ante el
Juzgado Mixto de Primera Instancia de Jojutla,[3]
ciudad que pertenecía al Tercer Distrito Judicial del Estado de Morelos. El
edicto con la solicitud para que la “demandada” se presente en los tribunales
data del 24 de abril de 1942, está firmado por el licenciado Álvaro Venegas,
Secretario del Juzgado Mixto de Primera Instancia.[4]
Según la investigación de Edmundo Olivares:
En abril de 1942 se
había efectuado la primera diligencia, interponiendo ante los tribunales
mexicanos una petición de nulidad respecto del enlace de Neruda con Maruca
Hagenaar. Para ello se ha invocado la habitual causal de “incompatibilidad de
caracteres” y se ha emplazado a la demandada para que conteste a la demanda en
el plazo de tres días, algo que era a todas luces imposible.
La tramitación sigue
su curso, hasta que en febrero de 1943 se obtiene la sentencia definitiva. Los
términos en que se establece la nulidad –tal como queda refrendado en la
subinscripción de la partida de matrimonio- son los siguientes: “Por sentencia
ejecutoria del 2 Distrito judicial de Tetecala, Estado de Morelos, México, de
fecha 8 de febrero de 1943, dictada en el juicio entre don Neftalí Reyes,
demandante, y doña María Antonia Hagenaar, demandada, se declara
definitivamente disuelto el vínculo matrimonial respecto de las personas antes
mencionadas a que se refiere la presente inscripción”.[5]
Los trámites del divorcio del Juzgado de Jojutla serían
desconocidos por el dictador Gabriel González Videla. Los divorcios en México
tenían validez a nivel internacional, en 1930 hubo una controversia
constitucional, según la investigación de la historiadora Andrea Martínez:
“Los abogados de Park Avenue, Nueva
York, Arturo del Toro y A. D. Randolph, quienes habían tramitado centenares de
divorcios a poderosos estadounidenses en Morelos y también en Sonora,
intentaban tranquilizar a sus clientes (New
York Times, 23 de mayo, 4 y 8 de junio de 1930). Pero la crisis duró poco,
y en junio de 1930 la Ley Puente se
ratifica y hace constitucional (New York
Times, 24 de junio de 1930)”.[6]
La argumentación de la dictadura chilena fue muy burda, acusaron de “bigamia”
al poeta, ni siquiera aludieron los siguientes tecnicismos: la primera
irregularidad del trámite está en la nula notificación al domicilio de la
señora Hagenaar en Bélgica, Neruda promovió
el juicio de divorcio en el Estado de Morelos sin previo aviso de carta
rogativa, sin los documentos certificados por la vía diplomática. “El código Puente era en extremo permisivo”,[7]
las autoridades mexicanas tampoco tomaron en cuenta que el poeta chileno y la
ciudadana holandesa contrajeron nupcias en Batavia (Java) el 6 de diciembre de
1930, mucho menos dictaminaron el monto de la pensión alimenticia que recibiría
su hija Malva Marina Reyes (1934-1943). Neruda se separó de su primera esposa en 1937, el poeta viajó
a Holanda -en agosto y noviembre de 1939- para visitar a su hija, después envió
-desde México- algunas remesas para la manutención de Malva Marina, la pequeña
murió el 2 de marzo de 1943.
En marzo
de 1948, Maruca Hagenaar viajó a Chile por invitación del dictador
González Videla para atestiguar contra Neruda en un juicio de bigamia, pero la
querella no prosperó. En su defensa, el 28 de marzo de 1950, Neruda escribió
una carta a Darío Puccini con la estrategia a seguir:
El “delito de bigamia” es enteramente
falso y no pueden probarlo. La querella debe ser entablada en esta base. Nuevos
documentos te llegarán, entre ellos uno de mi ex mujer, documento notarial en
que reconoce nuestro divorcio. En realidad González Videla hizo venir desde
Europa a esta señora, ya divorciada de mí, para intentar un chantaje contra mí
dado que las acusaciones por las que se me perseguía eran demasiado vagas:
“injurias”, etcétera, y de este modo provocar un escándalo. Han hecho viajar a
esta mujer desde Bélgica con vistas al chantaje, pero no han hecho nada en
términos legales pues mi nuevo matrimonio [con Delia del Carril] era legal.[8]
Según la
investigación de David Schidlowsky: “Este matrimonio posteriormente será
declarado ilegal ya que la Corte Suprema de Chile ‘no dio exequátur
(cumplimiento)’ al divorcio entre Neruda y Maruca Reyes”.[9]
A consecuencia del abandono de sus patrocinadores Maruca Hagenaar regresó a Holanda, donde falleció en 1965. El
historiador Edmundo Olivares aportó los datos más precisos sobre el divorcio
del poeta:
La liquidación de la
sociedad conyugal Neruda-Hagenaar queda debidamente formalizada el 25 de
noviembre de 1948, mediante una escritura que decía: “Que la señora Hagenaar
presente a este acto, acepta en toda su plenitud, imperio y efectos la
sentencia del juzgado de Tetecala, antedicha, por cuyo motivo habiéndose
declarado disuelto el vínculo matrimonial que unía al señor Ricardo Reyes
Basoalto, cuyo nombre legal en la actualidad es Pablo Neruda, procede a
liquidar la sociedad conyugal que hubo entre ambos a base de las cláusulas que
se estipulan a continuación”.
Como resultado de esta
liquidación, Maruca Hagenaar recibe la suma de $140.000 en efectivo y $160.000
pagaderos en seis meses, y con ello se da por concluido todo el proceso.[10]
En 1934,
el cónsul Neftalí Reyes conoció a la pintora argentina Delia del Carril, en la
casa madrileña de Carlos Morla Lynch.[11]
Neruda vivió con La Hormiguita hasta
1955, las dos décadas de mayor formación política y crecimiento intelectual del
poeta, todos los testimonios concuerdan. El periodista Luis Alberto Mansilla
escribió: “Delia, La Hormiguita,
ejerció gran influencia en las opiniones políticas del poeta. Estrechó sus
relaciones con militantes comunistas e izquierdistas que simpatizaban con la
URSS”,[12]
el biógrafo Edmundo Olivares coincide: “Desde los días de la guerra en España
se había establecido una gran sintonía ideológica que –sumada a la afectiva-
generaba una poderosa combinación de voluntades, energías y propósitos […] De
esa sólida y gran experiencia en tiempos borrascosos venía la unión de Pablo y
Delia. Ahora en este México tan hispanizado, vibrante y soleado de 1943, ellos
terminan por dar apropiado marco legal y ceremonial a una ya larga vida en
común”.[13]
En el acta de matrimonio podemos apreciar las firmas de los contrayentes:
Ricardo Reyes y Delia del Carril, de los testigos: Óscar Schnake (Embajador de
Chile), Luis Enrique Délano (escritor y diplomático chileno), Wenceslao Roces
(escritor español exiliado en México y traductor de Karl Marx), Enrique de los
Ríos Lavín (ingeniero agrónomo chileno); así como las rúbricas de las
autoridades locales: Jesús Castillo López (gobernador del Estado de Morelos) y
Romualdo Ramírez (alcalde de Tetecala). El acta de matrimonio de Pablo
Neruda y Delia del Carril, fechada el 2 de julio de 1943, registró: “Neftalí Ricardo Reyes, originario de Parral República de
Chile y de tránsito en esta ciudad, vecino de México, Distrito Federal, y
actualmente Cónsul general de la República de Chile en México […] divorciado según copia certificada que exhibe en este momento expedida
por el ciudadano juez mixto de primera instancia del segundo distrito judicial
del Estado de Morelos, de 39 años de edad”.[14] Nadie tiene la certeza: ¿por qué eligieron el rincón más escondido de
Morelos para contraer nupcias?, Edmundo Olivares lanza una teoría: “es natural que el poeta quisiera hacer muy difícil y muy remoto el
lugar de su boda... a salvo de fisgones y de intrusos”,[15] pero nunca conoceremos el motivo exacto, fallecieron los últimos testigos
de la boda: el alcalde
Romualdo Ramírez
y su esposa Lilia Mejía (vivían
enfrente de la Casa de la Cultura de Tetecala); en abril de 2012 fui al
recóndito municipio para cotejar los libros del Registro civil, el alcalde me
facilitó las fotocopias y autorizó las fotografías de las páginas
correspondientes al 2 de julio de 1943.
*Capítulo del libro: Pablo Neruda en Morelos 1941-1966 (Libertad bajo palabra, 2ª ed., 2016).
Índice:
Prólogo de Gunther Castanedo
Pfeiffer
Pablo Neruda en Morelos
Los
poemas morelenses de Neruda
La ruta
gastronómica por Morelos
El muralismo y La Tallera
Divorcio en Jojutla y
boda en Tetecala
El
Casino de la Selva
México,
el destino final
En la tierra de José
María Morelos
Epílogo(Ilustración de la portada: Hugo Ortiz).
[1] “Después de su promulgación, dos mil o
más estadounidenses con dinero, que buscaban un divorcio simplificado y
expedito, establecieron residencia temporal en Cuernavaca durante el tiempo
mínimo exigido por los trámites […] En México, la mayor cantidad de
divorcios de extranjeros se producía en Morelos, seguido por Sonora y Campeche.
Se estimó que en diciembre de 1927 entraron cada día a México un promedio de
ocho estadounidenses con ese fin, lo que sumaba casi tres mil al año, y se
decía que la cifra iba en aumento […] Morelos
era la opción económica: el gobierno cobraba
25.50 dólares por ‘costo de domicilio’, es decir, para determinar la
‘residencia’ en el estado”. Martínez Baracs, Andrea. Repertorio de Cuernavaca, Editorial Clío, México, 2011.
[2] López-González, Valentín. Divorcios al vapor en Morelos (1927-1952),
mecanuscrito inédito, conferencia leída en Cuernavaca, 2 de abril de 2016.
[3] “Neruda decide oficializar la separación
y encarga al Lic. Camilo Carrancá y Trujillo que inicie los trámites de
divorcio. El abogado, en enero de 1942, hace traducir al castellano el acta de
su matrimonio en la Oficina Técnica Internacional”. Schidlowsky, David. Pablo Neruda y su tiempo. Las furias y las
penas. Tomo I (1904-1949), RIL Editores, Chile, 2008.
[5] Olivares, Edmundo. Pablo Neruda: Los caminos de América, Lom Ediciones, Chile, 2004.
[6] Martínez Baracs, Andrea. Repertorio de Cuernavaca, Editorial
Clío, México, 2011.
[7] Ibid.
[8] Neruda, Pablo. Obras Completas, t. V, Galaxia Gutenberg/ Círculo de lectores [edición
y notas de Hernán Loyola],
España, 2002.
[9] Schidlowsky, David. Pablo Neruda y su tiempo. Las furias y las penas. Tomo I (1904-1949),
RIL Editores, Chile, 2008.
[10] Olivares, Edmundo. Pablo Neruda: Los caminos de América, Lom Ediciones, Chile, 2004.
[11] Loyola, Hernán. “Prólogo”, en Pablo Neruda. Antología esencial.
Editorial Losada, Argentina, 1971.
[12] Mansilla, Luis Alberto. “Con la política
en el corazón”, en Neruda: El chileno más
universal, Lom Ediciones, Chile, 2004.
[13] Olivares, Edmundo. Pablo Neruda: Los caminos de América,
Lom Ediciones, Chile, 2004.
[14] Acta de matrimonio de Neftalí Reyes y
Delia del Carril, Registro civil de Tetecala, 2 de julio de 1943.
[15] Casasús, Mario. Entrevista a Edmundo
Olivares, La Jornada Morelos, 18 de
abril de 2016.