domingo, 18 de diciembre de 2016

Entrevista con Patricia Rosas Lopategui

Patricia Rosas Lopátegui: “Es insólito que los editores ataquen a Elena Garro utilizando una de sus obras”
Por Mario Casasús/Clarín de Chile

Ciudad de México.- En entrevista digital desde Alburquerque, Patricia Rosas Lopátegui (1954), denuncia el plagio intelectual y la negligencia de Jesús Garro y El Universal: “Confabulario publicó -el 11 de diciembre de 2016- dos poemas que transcribió textualmente de mi edición que compila la obra poética de Elena Garro sin darle el crédito correspondiente a dichos poemas publicados en Cristales de tiempo (2016). Jesús Garro Velázquez proclama tener derecho a este material, ¿por qué entonces no ha hecho su propio trabajo editorial de los poemas de Elena Garro y utiliza el mío? ¿Por qué El Universal permite que sus reporteros caigan en estas irregularidades? Porque en México priva la ley de los oportunistas y avariciosos, de los que viven a expensas del trabajo de los demás. He mandado una carta de desagravio a El Universal, estoy esperando que la publiquen, y si no lo hacen, buscaré otros medios para denunciar estos abusos de Jesús Garro Velázquez y sus espadachines. Son una nueva mafia”. No es la primera vez que Jesús Garro está acusado de plagio, Marie José Tramini envió una carta a la revista Proceso: “Estoy investigando una edición pirata de un epistolario de Octavio Paz hecha por Jesús Garro, puesta a la venta sin mi autorización… actuaré legalmente con total firmeza. Tampoco dejaré que Jesús Garro cree una Fundación usando el nombre de Paz” (10/01/2010).  

Autora de: Yo sólo soy memoria. Biografía visual de Elena Garro (1999), Testimonios sobre Elena Garro. Biografía exclusiva y autorizada de Elena Garro (2002), El asesinato de Elena Garro. Periodismo a través de una perspectiva biográfica (2005), Yo quiero que haya mundo. Elena Garro 50 años de dramaturgia (2008), y Cristales de tiempo. Poemas inéditos de Elena Garro (UANL, 2016), también fue editora del volumen II de las Obras Reunidas de Elena Garro (FCE, 2009).

La doctora Patricia Rosas Lopátegui hace un balance del Centenario de Elena Garro: “Fue un buen intento por revalorar las contribuciones de Elena Garro a la literatura. Como dramaturga, creo que hicieron falta más representaciones teatrales, pues debido a los escasos recursos invertidos, tuvieron que limitarse más bien a lecturas dramatizadas o radioteatros. En realidad el esfuerzo mayor estuvo de parte de las universidades y de algunos grupos de jóvenes entusiastas de diferentes puntos del país y del extranjero que montaron obras como El rastro, Los perros, Los pilares de doña Blanca, Un hogar sólido, Andarse por las ramas, sin olvidar la lectura dramatizada de Sócrates y los gatos en el Castillo de Chapultepec, la única obra que escribió con el tema del 68; esto fue una primicia. Pero, por ejemplo, no se llevó a la escena una de sus obras cumbres, Felipe Ángeles. Las editoriales Alfaguara, Cal y Arena y el Fondo de Cultura Económica reeditaron casi todas sus novelas, piezas teatrales y cuentos. Sin embargo, estos esfuerzos quedan en el vacío, pues mientras su producción literaria, dramatúrgica, periodística y poética no forme parte del canon, Elena Garro seguirá siendo una escritora desconocida por la mayoría de los lectores”. El 11 de diciembre, la escritora nacida en Puebla, hubiera cumplido 100 años.

MC.- Patricia, ¿qué significó para ti descubrir la literatura de Elena Garro en 1976?
PRL.- Significó un proyecto de vida. Cuando leí por primera vez a Elena Garro llegué a ella por Los recuerdos del porvenir descubrí a una escritora con un poder creativo excepcional, tanto por la fuerza de su lenguaje lírico, como su deconstrucción de la historia oficial sobre la Revolución mexicana y la Guerra Cristera. Me di cuenta que estaba frente a una autora mucho más incisiva en su crítica en contra del sistema político mexicano que los otros escritores; una voz realmente comprometida con la justicia social y en contra de los tejesmanejes del Estado, de los terratenientes, de los banqueros, en fin, de los oligarcas que aún siguen controlando las esferas del poder político y económico. Por eso supe que sería un proyecto de largo aliento...

MC.- ¿Cuál sería tu balance sobre las ceremonias oficiales y la reedición de la obra de Elena Garro para celebrar su centenario?
PRL.- Fue un buen intento por revalorar las contribuciones de Elena Garro a la literatura. Como dramaturga, creo que hicieron falta más representaciones teatrales, pues debido a los escasos recursos invertidos, tuvieron que limitarse más bien a lecturas dramatizadas o radioteatros. En realidad el esfuerzo mayor estuvo de parte de las universidades y de algunos grupos de jóvenes entusiastas de diferentes puntos del país y del extranjero que montaron obras como El rastro, Los perros, Los pilares de doña Blanca, Un hogar sólido, Andarse por las ramas, sin olvidar la lectura dramatizada de Sócrates y los gatos en el Castillo de Chapultepec, la única obra que escribió con el tema del 68; esto fue una primicia. Pero, por ejemplo, no se llevó a la escena una de sus obras cumbres, Felipe Ángeles. Las editoriales Alfaguara, Cal y Arena y el Fondo de Cultura Económica reeditaron casi todas sus novelas, piezas teatrales y cuentos. Sin embargo, estos esfuerzos quedan en el vacío, pues mientras su producción literaria, dramatúrgica, periodística y poética no forme parte del canon, Elena Garro seguirá siendo una escritora desconocida por la mayoría de los lectores. Sus obras deben de leerse en las secundarias, preparatorias y en las facultades de Filosofía y Letras como lecturas obligatorias para que puedan llegar a los jóvenes. Es decir, Los recuerdos del porvenir, Testimonios sobre Mariana, Y Matarazo no llamó..., Inés, La casa junto al río, así como las piezas teatrales antes mencionadas, deben de leerse en las escuelas como se leen Pedro Páramo, El llano en llamas, La región más transparente o Cien años de soledad...
            Me llamó la atención que durante los festejos se insistió en no hablar de su vida, sino concentrarse únicamente en la trascendencia e innovaciones de su legado literario. Esto me parece bien, pero nunca se debe ignorar la vida o el contexto histórico de un autor, ya que todo creador se ve reflejado en su obra. Me pareció excesivo y sospechoso este acercamiento. Tuve la sensación de que el statu quo mexicano no quería escarbar el pasado para revelar el montaje que armó el poder en el seno del movimiento estudiantil de 1968 para difamar a Elena Garro de complotista, espía y traidora al culparla de la masacre en Tlatelolco, cuando fueron Gustavo Díaz Ordaz, presidente de México, su secretario de Gobernación, Luis Echeverría, y el director de la policía secreta, Fernando Gutiérrez Barrios, los verdaderos complotistas y asesinos del pueblo. Para lavarse las manos de su crimen y para eliminar a Elena Garro y a Carlos A. Madrazo, político que se estaba enfrentando al PRI, los convirtieron en los chivos expiatorios, se deshicieron de ellos para darle estabilidad y continuidad al sistema autocrático nacido con la traición a los ideales de la Revolución mexicana.
            Un homenaje más sincero y verdadero hubiera sido deconstruir la leyenda negra orquestada por el poder en contra de Elena Garro y pedirle una disculpa pública por los 30 años en los que la autora padeció el hambre, la soledad, el ostracismo, las injurias, la desolación.

MC.- ¿Y tú, cómo pensabas conmemorar a Elena Garro?, ¿cuáles eran tus proyectos literarios entre 2014 y 2016?
PRL.- Por un lado, reeditar El asesinato de Elena Garro. Periodismo a través de una perspectiva biográfica (Universidad Autónoma de Nuevo León, 2014), en donde recojo sus artículos, reportajes y entrevistas periodísticas, entre otras cosas. Este objetivo lo logré y pude difundir el libro al presentarlo en diferentes ciudades mexicanas; hubo algo de prensa, aunque nunca lo suficiente tratándose de una figura como Elena Garro. Pero era de esperarse, pues en ese volumen deconstruyo la leyenda negra que orquestó el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz en contra de Garro para desacreditarla y eliminarla de la escena política, social y cultural mexicana. La autora de Felipe Ángeles era una piedra muy grande que molestaba al sistema priista, ya que se había dedicado a revelar la corrupción del régimen y se había involucrado en los movimientos sociales en defensa de los campesinos masacrados para arrebatarles sus tierras.
            Otro proyecto era la publicación de su poemario, Cristales de tiempo. Poemas inéditos de Elena Garro (UANL, 2016) con la finalidad de darla a conocer como versificadora con la edición de sus poemas rezagados durante 70 años por el autoritarismo de Octavio Paz, quien le prohibió escribir y publicar poesía, pues ése era “su” terreno (en palabras de la misma Elena Garro). Este proyecto lo llevé a cabo, pero Jesús Garro Velázquez, sobrino de Garro, se encargó de obstaculizarlo con sus difamaciones en contra de mi persona. Logré presentarlo solamente en la Feria del Libro de la UANL, en marzo del 2016. Mis planes, desde luego, eran participar en conferencias, presentaciones, talleres, etcétera. Tuve un sinfin de invitaciones de diferentes universidades e institutos culturales, pero no pude llevarlos a cabo por el constante acoso de Jesús Garro Velázquez, que es una persona muy soez, canalla y un oportunista que vive del trabajo de los demás. Decidí quedarme al margen para no ensombrecer los festejos del centenario con disputas y agresiones de Garro Velázquez. Entonces me dediqué a participar con artículos y semblanzas sobre la trayectoria y la relevancia de Elena Garro que se publicaron en diferentes periódicos y revistas, tanto en México como en España. También di varias entrevistas vía telefónica para la radio.

MC.- En octubre de 2016, te quejaste de un reportaje de “El Mundo” donde te entrevistaron, ¿por qué?, ¿fue el tono, en términos generales, de la cobertura del centenario de Elena Garro?
PRL.- Me quejé precisamente por las injurias que siguen propagándose en torno a Elena Garro, porque los reporteros, no sólo de España, sino de México mismo, no hacen su tarea de manera cabal. Estamos invadidos por un periodismo amarillista, tendencioso y desinformado. Parece que lo que le interesa al reportero es vender una nota al mejor postor, no importa si cae en falsedades, o si su reportaje está bien fundado o no, lo importante es el sensacionalismo, la nota roja, ser el centro de atención. Esto es lamentable. Y este tipo de periodismo privó alrededor de la figura de Elena Garro durante su centenario. El reportero de El Mundo respetó mis declaraciones, pero me molestó e indignó que el otro entrevistado se dedicara a lanzar una serie de afirmaciones erróneas sobre la vida de Garro. Estos dizque conocedores de la vida de Garro, no la han estudiado realmente y se dedican a emitir, con gran prepotencia, una serie de mentiras que da pavor su falta de conocimiento sobre el tema, y que los publiquen, peor todavía.

MC.- ¿Cuántas páginas aumentó la reedición de tu libro El asesinato de Elena Garro?, ¿por qué eliminaron el prólogo de Elena Poniatowska?
PRL.- La primera edición del 2005 tiene 479 páginas, y la segunda, publicada por la Universidad Autónoma de Nuevo León del 2014, tiene 1094 páginas. En esta última hay 100 imágenes muy valiosas que rescatan, a manera de archivo, el periodismo de Elena Garro. El prólogo de Elena Poniatowska fue una espina en la primera edición. El propósito era que narrara su relación con Garro cuando ésta peleó por las tierras de Ahuatepec, Morelos. Nunca me imaginé que fuera a desacreditar a Elena Garro como defensora de los campesinos, y a mí como biógrafa e investigadora. Pero ya no había marcha atrás, se tuvo que publicar, o el libro no salía a la luz y se encontraba muy avanzado en su producción.

MC.- La primera edición de la citada biografía salió publicada por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, ¿cómo describirías la relación de Elena Garro y su hija Helena Paz con la región zapatista y jaramillista?
PRL.- De aguerrida y valiente. Sobre todo porque hay que recordar que en los años 50 y 60 no había libertad de expresión, los medios masivos de comunicación -radio, prensa y televisión- estaban totalmente controlados por el Estado. Hoy, gracias a las redes sociales, ya no se pueden ocultar o tergiversar tan fácilmente las noticias como en aquel entonces. Elena Garro pagó con su vida el haberse enfrentado a los poderosos, la prueba está en que pasó los últimos 30 años de su existencia en el destierro y la miseria. Recuerdo en estos momentos una de sus frases que se quedó grabada en mi memoria: “Yo no creo en los revolucionarios millonarios”, y tenía razón, ¿no?

MC.- En 2010, Marie José Tramini (la viuda de Octavio Paz), denunció un epistolario pirata publicado por Jesús Garro, y en 2016 denunciaste que plagió dos poemas de Elena Garro del libro “Cristales de tiempo”, ¿por qué sigue cometiendo impunemente estos crímenes literarios el sobrino de Garro?
PRL.- Porque en México se aplica la ley de los pistoleros. Las acusaciones de Jesús Garro Velázquez están repletas de imprecisiones y calumnias. Firmé contratos como agente literaria y biógrafa de Elena Garro y de Helena Paz Garro en el invierno de 1997-1998. En este contexto, las dos escritoras me entregaron la colección de poemas que publiqué en Cristales de tiempo. Poemas inéditos de Elena Garro, así como el material que apareció en Yo sólo soy memoria. Biografía visual de Elena Garro (Ediciones Castillo, 1999) y en Testimonios sobre Elena Garro. Biografía exclusiva y autorizada de Elena Garro (Ediciones Castillo, 2002).  En el 2006, Helena Paz Garro y yo firmamos otro contrato para continuar con esta relación, como lo indico en el estudio preliminar de Cristales de tiempo...; dicho contrato está vigente y es el que me autoriza a publicar los poemas de Elena Garro. Pueden consultarlo en la Notaría Número Dos de Cuernavaca, Morelos. Ninguna editorial publica un libro si no hay un contrato que avale la obra en cuestión, por lo tanto, la Universidad Autónoma de Nuevo León no cometió ningún acto ilegal, ni la que esto escribe.
            De manera tramposa, Jesús Garro Velázquez transcribió los fragmentos de poemas de Elena Garro de mi libro Testimonios sobre Elena Garro. Biografía exclusiva y autorizada de Elena Garro (Ediciones Castillo, 2002) en su volumen Elena en la intimidad (2009). Los transcribió tal cual aparecen en Testimonios sobre Elena Garro, los poemas son fragmentos y no están todos ellos en esa biografía, por lo que en el libro de Jesús Garro Velázquez no están tampoco todos los poemas que edité y compilé en Cristales de tiempo. Poemas inéditos de Elena Garro (UANL, 2016). Esto se puede comprobar al cotejar ambas ediciones.
Y sin escrúpulos, Confabulario, el suplemento cultural de El Universal, publicó el 11 de diciembre de 2016, dos poemas que transcribió textualmente de mi edición que compila la obra poética de Elena Garro sin darle el crédito correspondiente a dichos poemas publicados en Cristales de tiempo... Jesús Garro Velázquez proclama tener derecho a este material, ¿por qué entonces no ha hecho su propio trabajo editorial de los poemas de Elena Garro y utiliza el mío? ¿Por qué El Universal permite que sus reporteros caigan en estas irregularidades? Porque en México priva la ley de los oportunistas y avariciosos, de los que viven a expensas del trabajo de los demás. He mandado una carta de desagravio a El Universal, estoy esperando que la publiquen, y si no lo hacen, buscaré otros medios para denunciar estos abusos de Jesús Garro Velázquez y sus espadachines. Son una nueva mafia.

MC.- En la FIL Guadalajara comenzó a circular “Reencuentro de personajes” (Drácena, 2016) con una faja publicitaria machista y un epílogo plagado de erratas, ¿prosperará tu petición de sacar de circulación el libro de Drácena?
PRL.- Esperemos que sí. Yo voy a seguir insistiendo. No es suficiente con que hayan quitado la faja sexista y misógina, porque el epílogo y la contraportada son igualmente ofensivas y desinformadas de la vida y obra de la autora.

MC.- Finalmente, en 2006 firmé como testigo el testamento de Helena Paz Garro en Cuernavaca, ¿cuál debería ser el papel de sus herederos?

PRL.- El papel de los herederos debería de ser la de estudiar la vida y obra de Elena Garro y cuidar su imagen. Jesús Garro Velázquez debería enfrentar a los editores de Drácena por las injurias infligidas a la autora de Reencuentro de personajes. Es insólito que los editores ataquen a la autora utilizando una de sus obras. Jesús Garro Velázquez debería de ver dónde se agazapan los verdaderos detractores de Elena Garro e ir sobre ellos, no sobre los investigadores que nos dedicamos a reivindicar y dar a conocer la obra de Elena Garro. Pero como es un oportunista que vive del trabajo de los demás, no creo que proceda contra Drácena.